Anayón Selección

Vista

Color rubí profundo con un ribete violáceo.

Nariz

Tiene un perfume intenso y seductor de cerezas negras, moras, vainilla y castañas.

Boca

Es un vino cálido con taninos suaves y maduros con sensaciones en boca de cerezas negras, cedro y hojas de tabaco.

General

Vino exaltante que nos va entregando todos sus matices y complejidad, paso en boca suave aunque muy expresivo con contenido de fruta muy madura y madera, fiel reflejo de la reserva y de los peculiares viñedos casi centenarios. Especial atención a la singular integración de roble navarro, un gran desconocido que da su toque ancestral y de integración.

Temperatura servicio

Se recomienda servir ligeramente refrigerado entre 14 y 16 grados.

Ocasión

Fiel representante de lo que es una larga crianza, merece una gran ocasión. Una buena mesa, tiempo para disfrutarlo y un buen entorno con el que poder compartir las expresiones tan profundas y ancestrales de estas variedades que con casi 100 años de viñedo llegan a su tope de entrega.

Costillas de cerdo, risotto con trufas, setas salteadas, se atreve con los platos más fuertes y otros más suaves.

Dependiendo de lo que acompañe , realzará o será el protagonista, nos puede acompañar en cualquier tipo de comida.

Procede de viñas viejas en vaso cuyas edades llegan a los 100 años. Se seleccionan uva mejor adaptadas a la tierra, destacando entre ellas las dos variedades autóctonas, cariñena y garnacha. Todo el cuidado que se ha puesto en los vinos Anayón desde su origen, se traslada también a la vendimia, que se realiza al modo más tradicional, a mano, recogiendo las uvas en su momento óptimo y depositándolas con mimo en cajas para su traslado a la bodega.

Con una producción limitada, que en algunos viñedos llega al extremo de producir solo una botella de cada cepa, la vinificación de los vinos Anayón, como no podía ser de otra manera, se realiza de manera individual y artesanal, con remontado a mano, para potenciar así al máximo la esencia del terruño al que pertenece y resaltar toda su expresividad. El reposo definitivo de los vinos se realiza bajo tierra en barricas de roble francés, navarro y americano de primer y segundo uso, en función de los matices que se quieran imprimir a cada vino.